Tabaquismo

Dr. Carlos D´Angelo
Cardiólogo

El tabaquismo es la mayor epidemia que enfrenta la humanidad siendo la misma de alta morbimortalidad. El consumo de tabaco constituye la principal causa de enfermedad evitable y de mortalidad prevenible en los países desarrollados.

El tabaco es una planta originaria de América. Los primeros europeos que llegaron al continente americano observaron que los indígenas fumaban pipas con hojas de tabaco y llevaron esta práctica a Europa a mediados del siglo 16. Luego, el diplomático francés Jean Nicot, al que la planta debe su nombre ( Nicotina), lo introdujo al resto de Europa.

El fumar (inhalar y exhalar los humos producidos al quemar tabaco), produce una intoxicación crónica llamada tabaquismo.

La nicotina es el componente principal cuando nos referimos a la dependencia física que crea este hábito, ya que es una droga de alto poder adictivo.

Generalmente se comienza a fumar en la adolescencia, e veces para “sentirse más adulto”, como acto de rebeldía o para no sentirse desplazado de un grupo si el mismo está compuesto mayoritariamente de fumadores.

El hábito de fumar también se asocia al placer, al éxito, la aventura, la valentía y muchas publicidades nos presentan al cigarrillo como un símbolo de consolidación de la personalidad.

Lo ideal y fundamental en este tema es nunca probar el cigarrillo, siendo en este punto fundamental el apoyo y la educación familiar desde la niñez (ayuda poco por ejemplo que los padres fumen).

En el tabaco se han encontrado sustancias que son muy perjudiciales para la salud, a saber:

• La nicotina, que produce dependencia física• El monóxido de carbono. Esta sustancia que es la resultante de la combustión, es 200 veces más afín que el oxígeno a la hemoglobina desplazando al mismo, y formando una molécula que se llama carboxihemoglobina, incompatible con la vida. El monóxido de carbono es el causante de más del 15% de las enfermedades cardiovasculares.

• Alquitranes (benzopirenos y nitrosaminas), responsables del 30 % de todos los tipos de cáncer.

El tabaquismo no solo produce dependencia física, sino también psicológica. El hecho de acompañar el café, el mate, o inmediatamente prender uno luego de las comidas por ejemplo, demuestra este hecho.

El fumador entonces se puede decir que fuma por tres razones principales: para intensificar sentimientos positivos o aminorar los negativos, identificación con el entorno y adicción psicológica.

Pero realmente ¿Cómo impacta el tabaco en la salud? De varias formas:

• Eleva el colesterol total en la sangre, disminuyendo el HDL (colesterol bueno) y aumentando el LDL (colesterol malo) y triglicéridos, siendo la dislipemia un factor de riesgo mayor para eventos cardiovasculares.

• Actúa sobre las suprarrenales, estimulando la producción de adrenalina. Esta sustancia es vasoconstrictora aumentando la resistencia vascular periférica (contribuye a la hipertensión arterial), y además acelera la frecuencia cardíaca obligando al músculo cardiaco a aumentar el consumo de oxígeno en condiciones desfavorables.

• Produce un estado de hipercoagulabilidad (por aumento de agregación plaquetaria y de la viscosidad de la sangre) favoreciendo la trombosis en cualquier parte del aparato circulatorio ( coronarias, arterias cerebrales, de las piernas, etc)

De los 4 clásicos factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares (colesterol alto, diabetes, hipertensión arterial y tabaco), el tabaquismo es el más agresivo.

Con respecto a los cánceres, no solo cáncer de pulmón produce el tabaco.

Efectivamente el mismo también está asociado a: cáncer de laringe, orofaringe, esófago, estómago, páncreas, hígado, colon, recto, riñón, vejiga, mama, aparato genital , linfático, etc.

Hay una frase típica para los que defienden el consumo de tabaco: “mi abuelo fumaba un paquete de cigarro por día y murió a los 80 años”.

El daño del tabaco no solo se mide por cantidad de vida, sino también por calidad de vida. Seguramente quienes lleguen a la vejez fumando, desarrollen lo que se llama EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), situación esta muy invalidante, donde los pacientes son tosedores habituales, con infecciones respiratorias frecuentes y baja capacidad respiratoria, faltándole el aire a medianos y leves esfuerzos, debiéndose ayudar con inhaladores que le permitan respirar algo mejor.

El tabaco es el causante del 80% de la mortalidad por procesos pulmonares crónicos.

Finalmente es bueno mencionar que el fumar no es solo un hábito, también es una drogadicción, ya que su consumo cumple todos los criterios que definen esta situación como ser dependencia (física y psicológica, como vimos) y síndrome de abstinencia en ausencia de la misma.