BIENESTAR EMOCIONAL Y AUTOCUIDADO
Psicología
¿Qué entendemos por autocuidado?
Según las OMS el autocuidado es toda aquella acción individual que realiza la persona por su bienestar ya sea físico, psicológico o social, con el fin de mantener la salud, prevenir enfermedades, o la complicación de las mismas.
El bienestar emocional está estrictamente relacionado con la salud mental, ya que permite a las personas enfrentar los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente.
Contribuye a nuestra capacidad, por ejemplo, para tomar decisiones, establecer relaciones y adaptarnos al mundo en el que vivimos. La salud mental es, además, un derecho humano fundamental (OMS 2022).
La salud mental no implica estar todo el tiempo bien ni estar libre de problemas o conflictos, como muchas veces se suele pensar o creer.
Lograr bienestar a nivel emocional implica aceptar que los conflictos o dificultades son parte de la vida y que hay momentos que nos podemos sentir tristes, enojados o confusos. Es importante tener presente que podemos pedir ayuda o el apoyo de otros, y que no tenemos por qué poder con todo.
Día Mundial del bienestar:
Cada mes de junio, se ha elegido realizar una pausa para poner la mirada en el bienestar de las personas y las comunidades.
Se crea el día Mundial del bienestar, siendo una buena oportunidad para que pensemos en qué aspectos de nuestra salud debemos hacer más énfasis hoy.
Es importante que podamos reconocer y aceptar que atravesamos situaciones específicas a veces a nivel familiar, social o laboral que impactan y desafían nuestro bienestar, por ejemplo, situaciones que debemos enfrentar como comunidad o país, que ponen en riesgo nuestras necesidades básicas. El ejemplo de la sequía extrema y la falta de agua en Uruguay ha impactado en la salud y bienestar de las personas este último tiempo post pandemia.
Derribando algunos mitos…
Existen algunos pensamientos equivocados que podrán aparecer con respecto a cuidar de nosotros mismos:
- Es egoísta cuidar de mí mismo y atender mis necesidades: es muy frecuente este tipo de pensamientos, muchas vences inconscientes y arraigados en nuestra indentidad y en los mandatos sociales, entendiendo que nuestro bienestar individual puede esperar o debe ser dejado para último sitio. Reflexionar sobre estos aprendizajes recibidos colabora en poder establecer un equilibrio más sano entre nosotros , las tareas y las demás personas.
- Yo puedo con todo. No me hace falta pedir ayuda.
Al pensar o sentir esto, puedo estar exigiéndome por encima de mis posibilidades, y concluyendo que no puedo afrontar alguna cuestión, cuando en realidad, es algo que requiere de otros que me sostengan o apoyen. Ver esto como un signo de autoconocimiento y no como debilidad o inutilidad, es esencial para sentirnos más sanos y en equilibrio.
- Si yo no hago las tareas que hay que hacer, nadie las hará.
Este pensamiento, puede llevarnos a actitudes poco flexibles o de frustración, dado que nos limita a que otras personas pueden aportar sus visiones y miradas a la situación que enfrentamos. A su vez, no siempre debemos asumir que mi modo de hacer las cosas es el correcto, ya que esto acarrea dificultades a la hora de vincularnos y de integrar otras perspectivas.
- Pedir y aceptar ayuda es un signo de debilidad.
Asociar el pedido de ayuda o colaboración a la debilidad no es un buen mecanismo para afrontar las demandas de la vida cotidiana. Tanto el pedir como el aceptar ofrecimientos de ayuda son parte de nuestro relacionamiento como personas, y nos permite conocer qué herramientas puedo incorporar que los demás me ofrecen y así complementar las que yo mismo tengo para ofrecer a las situaciones diarias.
Evaluar nuestros pensamientos y creencias y confrontarlos con la realidad puede ser una buena forma de abordar el autocuidado y mutuo cuidado. Suele suceder que nos sentimos culpables a la hora de priorizar nuestras necesidades. Poner límites es una parte esencial del autocuidado asi como aprender a delegar tareas y responsabilidades. Esto último nos ayuda a tomar más contacto con nuestras propias limitaciones, aliviando la tensión y el estrés de estar sobrecargados en las tareas y exigencias del día a día.
Herramientas y ejercicios para poner en práctica nuestro autocuidado
Existen distintas acciones que podemos tomar en pos de priorizar nuestro autocuidado. Brindaremos algunas herramientas o ejercicios que pueden ser de utilidad.
*Practicar la gratitud: tener una actitud de agradecimiento, pudiendo identificar las cosas buenas que nos suceden y aquellos apoyos con los que contamos, permite generar un enfoque positivo y una sensación de bienestar.
*Hacer algo por los demás: Realizar acciones por otros, genera efectos beneficiosos no sólo en quienes reciben esa ayuda, sino en nosotros mismos. Nos reconforta, nos brinda un sentido de propósito y fortalece nuestro vínculo con la comunidad.
*Hacer algo que te construya: Llevar a cabo actividades que nos motiven, que nos desafíen y recarguen nuestras energías, es necesario. Hacernos tiempo para nuestras aficiones y nuestros pasatiempos nos permite priorizar nuestro bienestar y desarrollo personal.
*Meditación/ relajación: practicar meditación o ejercicios de respiración consciente permite lograr estados de relajación que contribuyan a una mayor concentración, claridad mental y una mejora en nuestra regulación emocional.
*Evitar agobiarnos por lo que no podemos controlar: Si bien sabemos que no es fácil, muchas veces poder discernir aquellas variables en las que podemos incidir, de aquellas de las que no tenemos control, nos alivia y nos permite focalizarnos en las acciones que sí podemos generar.
*Incrementar la tolerancia: Aceptar que los tiempos en los que vivimos implican grandes montos de estrés y ansiedad, y que muchas veces nos sentimos sumamente presionados en distintas áreas de nuestra vida es un primer paso. Cuidar de las cosas que nos decimos a nosotros mismos, así como reflexionar acerca de nuestras actitudes con otros nos ayuda a aumentar nuestro respeto y cuidado.
*Afrontar situaciones adversas: Poder permitirnos estar tristes o angustiados, ante eventos dificiles, es imprescindible. Algunas estrategias que pueden ser favorables son: considerar la situaciones estresantes en un contexto más amplio y mantener una perspectiva de largo plazo, o no tan inmediata, “ lo malo también pasará” . También puede ser de ayuda procurar enfrentar los momentos difíciles como oportunidades para aprender o desarrollar fortalezas y habilidades nuevas.
*Fijar metas alcanzables y valorar los logros alcanzados. Celebrar los éxitos por más pequeños que sean, recordando el proceso que nos permitió llegar a ese logro y las herramientas que nos facilitaron llegar hasta allí.
*Crear nuestro propio plan de autocuidado: Tomarse el tiempo de generar un plan de autocuidado trazando objetivos y metas semanales o mensuales que puedan ser alcanzables favorecerá nuestra organización y el establecimiento de prioridades. Nos puede ayudar utilizar algunas preguntas como guía: ¿Qué puedo hacer para promover mi salud?
¿A quién puedo ayudar? ¿Y cómo? ¿Quiénes son mis apoyos? ¿Qué puedo concretar en este
tiempo? ¿Qué actividad hace mucho tiempo que vengo postergando?
¿Qué sucede cuando priorizamos nuestro autocuidado?
Generar el hábito de priorizar nuestro bienestar tiene impacto en diferentes aspectos de nuestra vida:
*A nivel inmunológico: Se produce un aumento de la producción de glóbulos blancos, encargados de actuar como defensas, es decir permiten que nos enfermemos menos o con menor intensidad.
*A nivel mental o cognitivo: Mejora nuestra capacidad de memoria. Aumenta significativamente el rendimiento laboral y académico.
*A nivel emocional : Aumentan estados de tranquilidad y mejora la visión de futuro, generando un mayor optimismo.
Tengamos en cuenta que nuestro bienestar individual siempre estará relacionado con los vínculos con los demás, con el mundo en general y con las tareas que día a día se nos presentan en la vida. Compartimos algunas cosas que están a nuestro alcance poder afrontar o cambiar, sabiendo siempre que ciertas cosas no dependen de nuestras decisiones o deseos. Esto nos dará un acercamiento más realista a cada momento de nuestras vidas.
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